Tiempo de Exposición | A veces sólo un segundo
Pienso en este trabajo como la unión de 3 de mis pasiones: la fotografía, el vestuario y el río. El agua para mí es todo, hago natación y eso me llevó al río, a comprarme un kayak y a recorrer una minúscula porción de ese maravilloso mundo isleño junto al Paraná. Me acompañan en estos viajes amigas kayakistas, a quienes ofrezco vestuario e invitó a jugar entre los árboles. Sus cuerpos se dejan caer sobre la naturaleza e interactúan con ella. Vemos abrazos, susurros y contacto. Confidencia. El vestuario se integra al paisaje, complementandolo, y ambos dialogan entre sí.
De a poco todo empieza a fluir, y el trabajo va mutando hasta llegar a lo que es hoy, a esta especie de relato onírico del cual no sabemos mucho, pero que nos genera interrogantes. Creo que la influencia del cine me hace mostrarlas de esta forma que parece guionada, como si hubiera un historia en lo que va pasando, pero no sé bien qué va pasando, ¡sólo pasa!
También hay en la escena, elementos materiales ajenos a la naturaleza, son los osos de peluche que acompañan o que yacen en la arena o en el pasto, como algo olvidado o perdido, como una forma de marcar un cambio hacia la adultez, pero no: porque creo que lo más hermoso es no dejar nunca del todo la niñez. Y los ositos me generan eso, pensar en la niñez y sentirme segura al tenerlos cerca.
El nombre de esta serie surge de una frase de “Alicia en el país de las maravillas”. Me gusta porque siento que, de alguna manera, estas mujeres cayeron por la madriguera del conejo y llegaron a ese mundo onírico donde rige una lógica diferente, a descifrar, a interpretar. Pienso en la lógica de los sueños, donde un segundo parece una eternidad y viceversa, donde queremos capturar esos momentos mágicos y guardarlos para siempre, pero solemos olvidarlos al despertar.
Tal vez estas fotografías sean una forma de atesorarlos, tal vez estas mujeres que juegan sean las guardianas del sueño, las guardianas de las islas, justo en un momento en el que nuestros humedales tendrían que estar siendo protegidos por más de estas mujeres llenas de fuerza; mujeres que juegan, que hacen bien, que se aman, se abrazan, se apoyan para no caer, que se salvan y me salvan constantemente.
Inés Martinez.